8.11.04

Prisma y yo en el camión rumbo al zócalo. 7:15 pm. No llegamos tan tarde, apenas y comenzaba el mini concierto de la Sinfónica Nacional. Muy emocionada, ella quería ver al Diemecke pa imitarlo, pero el señor de atrás la sentó y le dijo "cierra tus ojos, siente la música... no necesitas ver, mejor imagina". La pasamos bien, emocionadas con el Huapango de Moncayo sonando en la plaza llena. Tanta gente... Es allí cuando me doy cuenta que la gente no le es indiferente la música clásica. Sin duda lo que hacen falta son recursos y más eventos de este tipo. Y aunque Arturo Diemecke mucho chou se avienta (entre palabrerias y aplausos innecesarios), le ha dado en el clavo, porque es lo que acerca a la gente a la cultura. No me late mucho, pero se le reconoce la labor: ¿pupularizar la cultura?

Prisma bien feliz, ahora sabe dónde van los cañones en la 1812, ja!
Yo, me quedo con mis dudas.

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